Casa vieja I

Muchos otros personajes habitan casa Vieja, como dije en una especie de representación de Cien años de soledad. El padre de Valeria, del que tampoco voy a hablar mucho, seria Aureliano Segundo, descocado y amante de la parranda. El resto de varones del libro se encarnan en Vitorino, el hombre de la casa. Fue guerrillero, es manitas, arregla todo, y cuida la casa. Es un buen hombre. Pasa los dias en la hamaca, viendo boxeo, las noticias o “Los gavilanes”. Sabe de todo, de politica internacional, de campo, de mecanica… y se junta con la gente joven a “platicar”. Eso cuando descansa, que es pocas veces.
Vitorino es primo de doña Miriam, la reina, perdon, dueña de la casa. Ella lo acogio alli y el tiene casa y comida, que no sueldo, y cuida el hostal. Cuida en todos los sentidos, porque el es el que arregla los “abanicos” (ventiladores), que siempre estan estropeados, una noche tuvimos uno sin rejilla en el cuarto (¡¡¡¡¡¡). Tambien cambia las tejas cuando estan sueltas, tapa paredes, mantiene Casa Vieja para que no se acabe de desbaratar.
Ademas tiene que abrir la puerta por la noche a los huéspedes que vuelven, haciendo eses, del Camaleon, el bar que esta a dos cuadras. Por lo que tiene que dormir en la sala, al lado de la puerta, y suele andar desvelado.
Se queja porque luego el de dia se tiene que buscar arreglos en otras casas para ganar “unos varos”, y no ha descansado bien. “Uno no solo tiene que comer, tiene otros gastos, la ropa, el guaro, mujeres…” Una hija suya se vino un tiempo a vivir con el, con su niña pequeña, que empezaba a “pararse” solita ya. Pero un dia Romelia y su pequeña Lili Massiel se fueron .
Vitorino un dia tambien se ira, normal. No se puede vivir asi siempre. Mientras tanto va pasando los dias con los chavalos que pasan por la pension. A veces saca la guitarra y nos canta canciones de la guerra, himnos del FSLN, pero se cansa rapido. Es una caja de sorpresas este Vitorino.